Essauira

Essauira
Essauira: Playa, Sol, Música, Arte...

Las Rosas de Marruecos, un super-producto


 Las Rosas de Marruecos, una flor sublime

En las estribaciones sur del  Alto Atlas, cuando va suavizando su altura mientras se acerca al Desierto del Sáhara, nos encontramos un lugar mágico, el Valle de las Rosas. Ni que decir tiene, que el momento estelar de este valle es la primavera, el valle se viste de color rosa y se respira un olor embriagador. Entre abril y mayo este Valle es un  deleite para los sentidos.

Situado en la ruta de las mil kasbahs, a 94 kilómetros de Ouarzazate y menos de 50 km de Skoura, en la confluencia del Alto Atlas con el Valle del Dades, se encuentra el pueblo fortificado de Kelaat M’Gouna, capital y lugar de acceso al Valle de las Rosas, uno de los últimos oasis, que preceden la entrada a la inmensidad del Sáhara. También Kelaat M’Gouna es punto de partida para rutas de senderismo y excursiones de gran belleza y variedad paisajística, de las que hablaremos otro día; hoy nos ocupan sus rosas y por tanto: su origen, sus propiedades, la variedad de productos, que, con ellas se realizan, y como no, la forma en la que ha afectado a la vida, cultura y folclore de los habitantes del valle.

El valle, al que da vida el río Asif M’Goun, tiene dos zonas de cultivo de rosas, una que comienza a unos 7 kilómetros del pueblo de Kelaat M’Gouna y se extiende unos 10 kilómetros hasta cerca de la población de Boumalne Dades; y otra y más importante, por su dimensión, son 30 km ininterrumpidos de cultivos de rosas, que se extiende desde Kelaat M’Gouna, hasta Bou Tharar. Esta zona es la más espectacular para visitar, en ella encontramos hileras de cultivo de más de 3 km de longitud. No podemos olvidar que la producción de rosas es el pilar económico del valle, solo el cultivo y recolección genera más de 7.000 empleos directos.

La rosa de este valle, pertenece a la variedad de rosas damascenas o rosas de Damasco (Hay rosas en nuestro planeta desde hace millones de años, los fósiles así lo atestiguan, y contamos con más de 2.000 especies). La rosa marroquí, Rosa Damascena Tringitipetala, es resistente al frío y a la sequía, soporta perfectamente la climatología del Valle, mejor dicho, el clima del valle es el ideal para esta rosa, y eso que esta hermosa damisela llego al valle de forma fortuita.


Se sabe que llegó a Marruecos con las caravanas de mercaderes provenientes de Oriente Medio, hace entre 500 o 300 años, no se conoce el momento justo, también hay historias, cuentos, de la tradición oral de estos pueblos, que atribuyen la introducción de la rosa, en el valle, por peregrinos que volvían de la Meca. Es evidente, como hemos dicho,  que la introducción de la Rosa en el Valle fue totalmente casual, sin ninguna intención productiva, ya que inicialmente se plantaban para delimitar los campos de trigo.

Como ya estamos viendo, el cultivo de la rosa damascena es esencial en la vida y economía de esta zona de Marruecos y su entorno. Por esta razón todos los años, al finalizar la recolección, se comienza el reparto y venta de la cosecha con la celebración del Mussem Al-Wurud o Festival de la Rosa. Tradición cuyo origen, tampoco podemos datar con seguridad, ya que algunas fuentes, lo establecen poco después de que en 1938 se abriera, en el Valle, la primera destilería industrial de agua de Rosas, por los franceses, y otras fuentes plantean un origen centenario, indicando que ya las poblaciones autóctonas realizaban un festival de celebración de la cosecha, que ha ido creciendo y dándose a conocer internacionalmente a partir de la época en la que los franceses industrializaron la producción.

El Mussem Al-Wurud comienza, cada año, cubriendo las calles principales de Kelaat M’Gouna de rosas y termina con la elección de la Reina de las Rosas. Durante el festival anual de las Rosas se preparan deliciosas comida y viandas, que cuentan con la rosa con ingrediente estrella, ya que esta rosa es comestible; la población local de origen Amazigh (bereber) canta, baila mostrando sus espadas y tocando instrumentos musicales tradicionales. El festival es también una oportunidad para descubrir los demás productos artesanales y agrícolas de la región.

La Rosa Damascena es un super-producto, con propiedades antioxidantes, antisépticas, antibacterianas y cicatrizantes, contiene gran cantidad de vitaminas, como las vitaminas y antioxidantes E y K, tiene alto contenido en vitamina C, y un gran cantidad de vitaminas del grupo B, además de carotenos. Por todas estas propiedades se usa como cosmético, no podemos obviar que gran parte de la producción se exporta para este uso por grandes marcas de reconocimiento internacional.

También en el propio valle las cooperativas de mujeres, en su mayoría, destilan el aceite y agua de estas rosas y producen cremas, jabones, lociones, perfumes…También podemos encontrar infusiones o tisanas, rosas secas como ambientador para el hogar, sin olvidar su función decorativa. Esta producción local que se comercializa en la zona y en muchos zocos de Marruecos, es de gran calidad, la casi totalidad de la producción es bío (no utilizan químicos ni contaminantes en ninguna fase del proceso de producción) y artesanal; realizada, con completa seguridad, con auténticas rosas damascena y sorprendentemente económica dada su calidad.