Ramadán, noveno mes del
calendario Islámico, mes de ayuno. En 2020, año 1441 de la hégira, empieza el 24 de abril y termina el 23 de mayo.
El calendario islámico es un
calendario lunar, mientras que el calendario gregoriano, el que rige el tiempo
en occidente, es un calendario solar. Por eso tenemos la impresión que el
Ramadán se mueve, es siempre el mismo mes, todos los años, pero la diferencia de
once días entre la duración del año musulmán y el año gregoriano hace que
varíen sus fechas, respecto a la forma de contar el tiempo de las culturas
occidentales cristianas.
“Todo musulmán, hombre o mujer,
que haya alcanzado la mayoría de edad (de acuerdo a la Sharía), que se
encuentre gozando de plenas facultades mentales y físicas debe ayunar durante
el mes lunar de Ramadán” (Fuente: Talimulislam).
El Ramadán es un mes de ayuno, de
purificación, de aprendizaje, pero también es un mes de alegría, durante el
cual se activan las relaciones familiares y las amistades. Durante el Ramadán,
desde el alba hasta la puesta del sol, no se puede comer ni beber, ni siquiera
agua, no se fuma, ni se mantienen relaciones sexuales. Con la llegada diaria
del Ocaso, termina el ayuno con una primera comida denominada Iftar, y se
suspenden las prohibiciones hasta el amanecer.
La
vida diaria cambia su orden habitual, las ciudades y pueblos durante las horas
diurnas están quietos y en silencio, no se ve casi gente por la calle. Los
negocios, que no están enfocados al turismo, están cerrados. Pero con la
llegada de la noche, las calles hierven de gente, salen hacer las compras, se
reúnen en los cafés, la actitud es alegre y cercana. Las gentes salen a la
calle con la sensación del trabajo bien hecho, del deber cumplido. Familiares y
amigos se reúnen a comer juntos a disfrutar de los alimentos y de la compañía.
Esta actitud, esta algarabía, suele alargarse hasta las dos o tres de la
madrugada, cuando se realiza la última ingesta de alimento (Suhur) hasta el
próximo ocaso.
El Ramadán, como no podía ser de
otra forma, termina dando paso a una fiesta, una celebración de tres días, el
Eid al-Fitr, fiesta del final del ayuno. En su primer día (Shawwal), en la
mañana, después de la oración, se reparte dulces, comida y bebida en muchas
mezquitas, abriendo el final del ayuno y el inicio de la celebración.
Si
te encuentras viajando en Marruecos u otro país Islámico, vas a disfrutar de
una época muy especial para sus gentes, lo mejor es adaptarse a su horario y
respetar sus tiempos. En el ocaso, abrirán sus puertas y sus brazos y tratarán
al viajero como uno más, haciéndote participe de su alegría y de su mesa, como a un amigo.
De vacaciones los horarios no
importan mucho, y es maravilloso ver cómo cambia la ciudad a la caída del sol,
disfrutar y participar de esa alegría cada noche. A demás los restaurantes, tiendas y demás
servicios para el turismo siguen funcionado en horarios normales.
La mejor manera de conocer un
país, un pueblo, es compartir con sus gentes sus fiestas y tradiciones,
compartir los momentos, los eventos importantes de su cultura.
Viajes al Auténtico Marruecos os da la
bienvenida también en Ramadán.