Thami El
Glaoui, Señor del Atlas y Pacha de Marrakech
Como ya sabemos, las Kasbahs en
el sur de Marruecos han sido espacios imprescindibles para su economía y
cultura, ubicadas estratégicamente, controlaban y daban protección a las
caravanas de comerciantes que traían sus productos desde Mali para vender en Marrakech.
Sin estas estructuras fortificadas estos viajes comerciales hubieran sido mucho
más peligrosos y en algunas épocas convulsas imposibles.
Dos de estas construcciones de
adobe, están intrínsecamente ligadas a un personaje de la historia reciente de
Marruecos, en un breve periodo de tiempo ascendió a lo más alto, tuvo, en
algunos momentos, tanto poder como el Sultán, pero, con la misma rapidez que
llego al poder, lo perdió, cayendo en desgracia y casi desapareciendo de la
historia.
Su palacio, asombro de todos sus invitados en su época dorada, dentro de la kasbah de Telouet, es fiel reflejo del apogeo y desaparición del Pacha de Marrakech. Fuera de la ruta de las mil Kasbahs, por tanto, de las rutas turísticas por excelencia, se encuentra medio en ruinas, aunque todavía refleja lo que llegó a ser.
Todo el parimonio de Thami El Glaoui fue confiscado o dispersado, pasando a propiedad del estado o afines y sus palacios abandonados, quizás con la esperanza que el tiempo y el viento borraran la huella del “traídor”. La hermosa kasbah de Telouet, durante largo tiempo abandonada, no ha sido borrada pero
si se encuentra muy deteriorada y la Kasbah de Taourirt en Ourzazate fue salvada por la industria del cine y una ciudad que entendió que era parte esencial de su patrimonio artístico e histórico, y fue restaurada, siendo ahora una de las kasbahs más visitadas.¿Cómo paso Thami El Glaoui de
ostentar casi tanto poder como el Sultán a prácticamente el olvido?
Todo empezó en su la infancia, el
padre de Thami (Mohamed U Hamed El Mezuari) es nombrado por el Sultán Muley
Adderramán Caid de los Glaoua. El patriarca unió a su nombre la denominación
del El Glaoui, como consecuencia de su cargo, sobrenombre que mantuvieron sus
hijos. La relación y la confianza depositada por el Sultán en Mohamed El
Mezuari El Glaoui y su familia era tan buena y tan alta que su hijo El Madani
(hermano mayor de Thami) heredó el cargo de Caid, aunque habitualmente era un
cargo de nombramiento directo del Sultán, de carácter personal, no transferible
ni heredable.
Siendo El Madani Caid, en 1893,
Hassan I, tras una dura campaña contra los Ait Attá, tribu Tamazigh (bereber)
muy beligerante contra el poder impuesto desde Norte, pasa unos días en Dar el
Glaoui (Dar o Palacio). Allí es atendido con gran honor y pompa y recibe un
juramento de fidelidad absoluta por parte del Caid de los Glaoua. El sultán muy
satisfecho de haber fortalecido esta alianza y teniendo en cuenta que venía de
una derrota, nombra a El Madani Jalifa de las regiones al sur del Alto Atlas,
bueno de casi todas, País Glaoua, Valles del Draa, Dades, Todra y Tafilalet. Aunque teóricamente este
cargo era honorífico, la falta de otra
representación del estado en la zona, permitió que ampliara sus dominios y su
influencia.
Cuando muere El Madani en 1918,
Thami El Glaoui es el heredero de la inmensa riqueza de su familia y con ella
realiza una clara política de expansión de su poder sobre todo el sur del Alto
Atlas, coloca a sus familiares y amigos en los caidatos más importantes, para
dominar la región y cuenta con el apoyo de la nueva autoridad colonial,
Francia.
Pero muchos pueblos del sur no aceptan este nuevo orden, el mismo año de la firma del tratado del protectorado (1912), estos pueblos capturan a un gran número de colonos y se los entregan a El Glaoui, el cual en una magnifica maniobra política los libera entregándolos a las autoridades francesas, ganándose la confianza y la gratitud de esta. La administración francesa lo considera imprescindible para el control y el mantenimiento de la paz en el Sur. Su inmenso poder era reconocido y aceptado por todos.
Después de todas las estrategias
y victorias de la familia El Glaoui, Thami comete un error, que lo llevará al
desastre, quizás confía demasiado en su poder y en el apoyo francés. El Glaoui
se enfrenta al Sultán Mohamed V, pone en contra de este a los pueblos del sur y
se alía con París, consiguiendo que el sultán sea destituido y exiliado. Pero
su pueblo odia la ocupación francesa. La destitución del sultán prende la llama
de la insurrección contra el protectorado. Francia rectifica, devuelve el trono
al Sultán y deja solo e indefenso a Thami El Glaoui. Este se ve obligado a
humillarse, pide perdón al sultán, suplica y es perdonado. Al año siguiente
muere, tiene 77 años, sus posesiones fueron incautadas y/o dispersadas y sus
herederos desterrados.
Nuestro protagonista dejó tras de
sí numerosas kasbahs, pero como hemos dicho al principio dos están asociadas en
especial a su nombre, siendo quizás la que más le representa Telouet, tan
peculiar y ostentosa como su Dueño.
La Kasbah de Telouet o Palacio del Glaoui fue construida entre el siglo XVIII y el XIX. Cuando el Glaoui la elige como su Dar le realiza una serie de ampliaciones, de mejoras y especialmente la embellece magistralmente. Los mejores artesanos de la época realizan una exquisita decoración de sus estancias y salas de recepción. Azulejos, estucos, artesonados, puertas de cedro, forjas, vidrieras, teselas, tapices y telas….sin olvidar el ajuar de la casa que debió ser magnifico según comentarios de famosos invitados, entre los que se encontraron: Winston Churchill, Charlie Chaplin y Maurice Ravel.
El actual gobierno de Marruecos
tiene dentro de sus proyectos de recuperación del patrimonio histórico
artístico la restauración de la Kasbah de Telouet, lo cual nos alegra enormemente.